En Mayo de
2010 recibí
una invitación
de Luis Vela
para visitar
la exhibición
“ Museo
del Mar Sisal
“, en
El Museo de
Historia Natural
de Mérida,
Yucatán,
México.
La última
vez que viaje
a Yucatán
fue en el
2003 en un
corto viaje
a Cancún
e Isla Mujeres,
así
que le escribí
a Luis preguntándole
si conocía
algunos lugares
para colectar
caracoles
cerca de Mérida.
Luis inmediatamente
me contactó
y arreglamos
un viaje juntos
a bucear y
colectar caracoles
terrestres.
Además
el contacto
a un amigo
que amablemente
nos presto
dos equipos
completos
de buceo,
incluidos
los tanques,
los cuales
usaríamos
durante nuestro
viaje completo.
Luis me estaba
esperando
en la terminal
de autobuses
y me llevo
a un pequeño
hotel cerca
de su casa.
Después
de desempacar
fuimos a visitar
el Museo y
la exhibición.
El Museo no
es muy grande
pero esta
ordenado,
tiene unos
muebles muy
bonitos y
educativos,
los muebles
de los caracoles
tienen material
de todo el
mundo de la
colección
personal de
Luis Vela,
el cual el
presto al
Museo por
el tiempo
que dure la
exhibición.
Más
tarde conocimos
a Saulo, amigo
de Luis que
bucearía
con nosotros,
luego viajamos
a la playa
de Sisal para
buscar un
bote para
rentar. Ellos
platicaron
con unos cuantos
pescadores
y reservaron
un viaje para
la mañana
siguiente.
En el camino
de regreso
nos detuvimos
en un pequeño
restaurante
y tomamos
un gran almuerzo
- mariscos
desde luego!
. Adoro la
combinación
única
de especias
en la comida
mexicana.
Después
de la comida
nos dirigimos
a una granja
de camarones
abandonada
donde Luis
encontró
unas Neritas
en un estanque
de agua dulce
dentro de
la granja.
Nos metimos
en este limpio
estanque de
agua dulce
cerca donde
pudimos apreciar
algunos pequeños
grumos –
Neritas –
sobre las
rocas. El
agua era transparente
y fría.
No estoy muy
acostumbrado
a snorquelar
en agua dulce
así
que me encanto
la idea de
que me podía
meter y sumergirme
mas fácil
que en agua
salada debido
a la baja
densidad.
Colectamos
algunos hermosos
especímenes
de- Neritina
aff. virginea-
lo cual no
es claramente
virginea no
solo debido
a la diferencia
de su patrones
y su apariencia,
si no porque
todos los
especímenes
que he colectado
en otros lugares
fueron en
agua salada
y nunca permanecieron
inmersos durante
todo el tiempo
como era este
el caso. Después
caminamos
hacia la playa
para buscar
alguna roca
o algún
buen lugar
para snorquelar,
en el camino
al mar sentí
una dolorosa
picada en
mi brazo y
pude apreciar
una mosca
mordiéndome.
Yo nunca había
visto antes
una mosca
mordiendo
como un mosquito
– me
pregunto si
le debo de
llamar mosca-mosquito
( en México
les llamamos
Tabanos, nota
del traductor
) . De pronto
los bichos
notaron nuestra
presencia
lo cual nos
hizo cambiar
de idea y
regresar al
automóvil
para volver
a casa.
Todavía
estaba oscuro
cuando dejamos
la casa de
Luis la siguiente
mañana
para regresar
a Sisal. Cuando
llegamos el
pescador nos
estaba esperando
en el barco
listo para
partir. Una
cosa buena
de estos viajes
es el hecho
de que encuentro
este tipo
de escenarios.
Los cuales
no estoy acostumbrado
a ver en Sao
Paulo donde
vivo. Esta
es la vista
desde mi departamento:
Y esta es
la vista que
tome de esa
mañana:
Después
de algunos
minutes navegando
arribamos
al lugar de
buceo y saltamos
al agua –
agua muy fria!
Por suerte
lleve conmigo
un traje bastante
grueso. El
fondo esta
formado por
algas largas
y coral –
mas algas
que coral.
En algunos
lugares era
difícil
de ver algo
y mi equipo
se enredo
a las algas
varias veces.
Encontré
bonitos Astraea
tecta cubana,
Cerithium
guinaicum,
unos cuantos
bivalvos y
algunos pequeños
caracoles.
Mientras ascendía
pude ver varias
medusas nadando
muy cerca
de nosotros
así
que las filme
y tome fotografías.
Me quedaba
algo de aire
en los tanques
así
que nos movimos
a otro lugar
diferente
– pero
resulto ser
el mismo tipo
de fondo y
las mismas
especies de
caracoles
que encontramos
anteriormente.
Mientras Luis
y yo buscábamos
caracoles
su amigo Saulo
esta snorqueleando
para capturar
nuestra comida
con su arpón.
No logre ver
pescados o
langostas
cuando estaba
buceando así
que me impresiono
los pescados
y langostas
que encontró.
Le pregunte
al pescador
para que nos
moviera a
un lugar menos
profundo con
rocas y arena,
y no tantas
algas. Ya
me estaba
sintiendo
entumecido
debido al
frío
así
que pedí
que nos movieran
a un lugar
menos profundo
donde el agua
pudiera estar
más
tibia también.
Fue peor!
Mientas descendíamos
pude ver el
agua fría
del fondo
del mar mezclándose
con el agua
tibia de lo
menos profundo.
Tan pronto
toque la arena
mis manos
se volvieron
azules con
el frío
así
que preferí
renunciar
y emerger.
Era momento
de regresar
y de almorzar.
Nuestro almuerzo
fue algo muy
especial:
ceviche fresco
preparado
por el capitán.
Mientras el
se encargaba
de nuestra
comida, me
dirigí
a un manglar
en la parte
trasera del
estacionamiento,
entre las
raíces
y el lodo
encontré
algunos hermosos
mariscos Geukensia
demissa granosissimay
pequeños
melampus.
Tuve que parar
de buscar
caracoles
cuando oí
la campana
llamando al
almuerzo.
El ceviche
estaba muy
bueno y no
recuerdo haber
comido tanto
ceviche anteriormente
( demonios
se me hace
agua la boca
) estaba comiendo
y observando
la bahía
frente a nosotros
cuando vi
un extraño
tronco flotando
contra la
corriente
– era
un cocodrilo!
Instantáneamente
cambio mi
opinión
de snorquelear
después
de la comida.
Empacamos
nuestras cosas
y regresamos
a Mérida
a conocer
a la esposa
de Luis. Ella
me invite
a ir a una
fiesta de
cumpleaños
de una amiga,
muy diferente
a las fiestas
de Brasil-
Hombres vestidos
de blanco
y mujeres
en vestidos
blancos estampados
de coloridas
flores, el
buffet era
grande, lleno
de comidas
tradicionales
– Me
lamente haber
comido tanto
ceviche unas
horas antes
pero no pude
resitir el
comer estos
deliciosos
platillos-
Después
de una noche
de descanso
tomamos la
carretera
nuevamente
muy temprano.
Luis sugirió
para en algunos
lugares para
buscar caracoles
terrestres
y para visitar
La Zona Arqueológica
de Chichén
Itzá
. Nuestra
primera parada
fue en el
cenote Xtojil
( cenote es
un agujero
inundado natural
) es un fantástico
lugar muy
parecido a
Avatar. Un
gran agujero
lleno de agua
y raíces
al aire bajando
de los arboles,
Abajo era
posible ver
signos y gravados
de la Cultura
Maya, ellos
usaban el
lugar para
sacrificar
animales y
gente y tiraban
los cuerpos
al agua. Me
impresiono
el escenario
que por un
momento se
me olvido
buscar caracoles.
Entonces mire
hacia abajo
y encontré
caracoles
muertos y
poco después
algunos vivos
arrastrándose
sobre las
paredes. Choanopoma
gaigei, Choanopoma
largillierti
and Microceramus
concisus
Dejamos el
cenote y manejamos
hacia Chichen
Itza. Luis
trabajo hace
unos años
en el Hotel
Mayland–
un fantástico
resort dentro
del parque
de Chichen
Itza, asi
que pudimos
para nuestro
carro dentro
del hotel
y caminar
hacia las
ruinas. Aunque
este es el
tipo de lugar
que normalmente
evito visitar
en mis viajes
( lleno de
turistas )
No pude dejar
pasar esta
oportunidad.
Es un lugar
que te quita
el aliento,
especialmente
cuando piensas
que los Mayas
caminaron
en estas misas
calles hace
1,500 años.
Después
de caminar
un rato por
el lugar nos
desviamos
del camino
de los turistas
y entramos
en un pequeño
bosque cercano
a las ruinas.
Ahí
encontramos
mas caracoles
terrestres
como as Orthalicus
princeps,
Neocyclotus
dysoni, mas
Chondropomatidae
y una preciosa
Drymaeus serpesratrum
Luis me comento
que había
otro cenote
cerca del
hotel, pero
tuvimos que
caminar casi
2 kilómetros
para llegar
ahí.
Tuvimos que
seguir un
camino angosto
solamente
usado por
turistas con
guias a caballo,
fueron como
2 kilómetros
pero lo sentí
como 10 en
ese clima
húmedo.
Encontramos
Helicina arenicola,
más
Chodropomatidae
y Bulimulidae.
Finalmente
llegamos al
cenote –
este estaba
seco y totalmente
cubierto por
la selva.
Empezó
a llover cuando
empezamos
a bajar lo
cual hizo
más
difícil
ya que no
había
escalones,
solo lodo
y piedras
resbalosas.
Ya abajo parecía
más
como Avatar
, solo que
sin los alienígenas
gigantes!
La lluvia
empezó
a bajar de
intensidad
así
que regresamos
al estacionamiento
( Me pregunto
porque el
regreso siempre
se siente
mas largo).
De Chichen
Itza manejamos
a Tulum una
playa al sur
de Playa del
Carmen. Caminamos
en la playa,
colectamos
algunos caracoles
en la orilla
de la playa
y escalamos
una gran roca
donde encontré
Neirtas y
littorinas.
Rápidamente
nos fuimos
a Cancún,
dejamos nuestro
equipaje en
el departamento
de Luis y
fuimos a tomar
una gran cena
en un típico
restaurante
mexicano,
el Hooters
.
A la mañana
siguiente
preparamos
nuestro equipo
de buceo y
nos dirigimos
a Playa del
Carmen donde
tomaríamos
el ferry para
cruzar a la
isla de Cozumel.
Luis estaciono
el carro cerca
de la entrada
del ferry
para que pudiéramos
cargar nuestros
equipos unos
100 metros
hasta donde
vendían
los boletos
( lo sentí
como 1,000
mts después
de cargar
los tanques
y todo el
equipo de
buceo) Compramos
nuestros boletos
pero cuando
estábamos
por abordar
el ferry la
gente de seguridad
de la puerta
nos dijo que
no podíamos
subir los
tanques al
ferry. Luis
encontró
un lugar donde
dejarlos y
abordamos
el Ferry hacia
Cozumel donde
llegamos después
de 40 minutos
de viaje.
Al minuto
de llegar
a la Isla
empezó
a llover sobre
nuestras cabezas.
Tuvimos que
rentar un
jeep de doble
tracción
para poder
manejar hasta
la parte Nororiental
de la Isla.
El camino
era bastante
antiguo abierto
por los mayas,
lógicamente
sin pavimento.
Este vehículo
era un jeep
muy viejito
que seguramente
fue usado
por los mayas
en esa época.
Pero fue suficiente
para llevarnos,
Pero todavía
nos faltaban
los tanques,
Luis conocía
una tienda
de buceo pero
ninguno tenía
tanques para
bucear pero
nos enviaron
a un lugar
que le renta
tanques a
las tiendas
y luego de
convencer
al gerente
del lugar
nos rentaron
dos tanques.
El camino
a la costa
este estaba
pavimentado
y muy bueno
– Aunque
seguía
lloviendo
y el jeep
no tenia puertas
ni ventanas…
Arribamos
a la playa
y nos dirigimos
a un estrecho
camino, rodeado
de arbustos
y comenzamos
un muy movido
viaje. El
bravo jeep
fácilmente
paso la mayoría
del camino
sin problemas-
pero yo me
preguntaba
si no iba
a requerir
a un quiropráctico
después
de eso.- Algunas
motocicletas
de cuatro
ruedas nos
pasaron de
ida, estas
motocicletas
llegaron hasta
un lugar no
muy lejano
pero nosotros
seguimos nuestro
camino, los
arbustos se
metían
al camino
cerrándolo
en algunos
lugares por
lo que tuvimos
que tener
nuestros brazos
dentro del
carro para
evitar alguna
amputación
por estas
filosas ramas.
Pasamos una
base militar,
podríamos
llamar a esta
base un lugar
hecho con
palmas y maderas
suaves sin
agua ni electricidad.
Se veía
mas como un
lugar de castigo
para los oficiales
de bajo rango
que se portaran
mal.
Llegamos a
nuestro lugar
de buceo –
nuestro chofer
estaciono
el carro junto
a un acceso
a la playa
y nos espero
hasta que
Luis y yo
nos pusimos
nuestro traje
de bucear.
Seguía
lloviendo
y el mar estaba
fuerte con
olas –
no muy claro.
Primero tuvimos
que pasar
las rompientes
y luego la
marea para
llegar a los
arrecifes.
Intentamos
la primera
llegar nadando
pero esto
me puso un
poco enfermo
asi que decidimos
descender
al fondo.
Después
de algunos
minutos llegamos
a el arrecife,
pero este
fue uno de
esas buceadas
en las que
todo sale
mal, el agua
estaba turbia,
con fuerte
corriente,
mi mascara
estaba con
poca visibilidad
y me seguía
sintiendo
mareado, y
lo peor no
veíamos
ningún
caracol. Le
señale
a Luis de
que deberíamos
regresar a
la playa,
Además
de la distancia
de regreso
tuvimos que
luchar para
pasar las
olas y las
rocas cerca
de la playa.
Al fin pudimos
encontrar
algunos grandiosos
caracoles
lavados en
la arena como
el raro Conus
kirkandersi
y algunos
comunes pero
bonitos caracoles.
Estaba impresionado
por la cantidad
de basura
en aquel lugar-
definitivamente
no tirada
por los locales
por que no
hay casas
cerca de ese
lugar pero
seguramente
era basura
de todo el
Caribe que
llega ahí
por las mareas.
Después
de comer algunas
botanas nos
regresamos,
En nuestro
camino de
regreso Luis
observo algo
moviéndose
rápidamente
en el camino
y le grito
al chofer
para que se
detenga. Pensó
que era un
caracol terrestre
( moviéndose
rápidamente?
) y era un
precioso espécimen
de Orthalicus
princeps,
pero su actual
dueño
era un cangrejo
ermitaño
bastante rápido
y ahora enojado.
Aproveche
para caminar
por ahí
y encontré
un camino
entre los
arbustos hasta
que me di
cuenta que
mi piel se
estaba convirtiendo
en negra por
los mosquitos
en ella.
Nuestro Guía
nos llevo
a la estación
del Ferry
de regreso,
tan pronto
llegamos a
playa del
Carmen manejamos
de regreso
a Cancún.
Luis tenia
que regresar
a trabajar
al siguiente
día,
así
que me iba
a quedar por
mi cuenta
por un par
de días
mas antes
de regresar
a Miami. Pero
una tormenta
tropical se
dirigía
a Cancún,
yo no quería
quedarme atrapado
en el departamento
los siguientes
días
así
que decidí
ir a American
Airlines y
cambiar mi
viaje de regreso
a Miami para
la mañana
siguiente,
fue un buen
movimiento
ya que al
día
siguiente
la tormenta
pego en Cancún.
Translation
from English
by Luis Vela